Una encuesta muestra que uno de cada cuatro argentinos está harto de la clase política y preferiría votar por una opción liberal en las próximas elecciones legislativas
Cuando el pasado septiembre el precandidato a Diputado Nacional por la Ciudad de Buenos Aires, Javier Milei, superó ampliamente todas las expectativas de su partido y los sondeos previos de los analistas, ubicándose en la tercera posición detrás de sus pares de Juntos y el Frente de Todos, quedó en claro hay más argentinos dispuestos a votar liberales de lo que se creía.
Con el paso de las semanas y ya en la previa de las elecciones legislativas de este 14 de noviembre, todo indica que ese sentir se ha exacerbado, y las últimas proyecciones dejan en claro que hasta un 25% de los argentinos, 1 de cada 4, valora la posibilidad de votar una alternativa liberal.
La profundización de algunos males endémicos del país, junto con la repetición de esos rostros que enseña la política nacional desde hace décadas, explican esta nueva ola del liberalismo argentino, que se ha anclado con fuerza en las redes sociales y tanto entre los jóvenes como los adultos.
Con preocupaciones como la inflación, en la que ya han dado sobradas muestras de su incapacidad los dos partidos mayoritarios, y otros como la inseguridad, que Juntos enarbola como símbolo de lucha con el kirchnerismo pero poco resolvió en la práctica, esta tercera posición se fortalece.
El cansancio respecto a una “casta política” centrada en discusiones banales mientras seis millones de personas se encuentran en una situación laboral informal, el 40% de los trabajadores para ser exactos, y con otros tantos millones sumidos en la más absoluta pobreza, determina el nuevo escenario, en el que el votante prioriza aquellas propuestas claras con las que coincide.
Mientras tanto, varias de las últimas encuestas indican que José Luis Espert puede transformarse en tercera fuerza en las elecciones generales de noviembre en la provincia de Buenos Aires, donde deben el margen de crecimiento a los desencantados de Juntos, votantes de Manes que ya decidieron no acompañar a Santilli, y ven en Espert una respuesta a sus demandas.