A tan solo unos días de las elecciones el problema de la inseguridad, especialmente en la Provincia de Buenos Aires, volvió a ponerse en primer plano. Luego del crimen del kiosquero Roberto Sabo en Ramos Mejía mientras atendía en su comercio, ayer se realizó una marcha en la zona que terminó en incidentes con la policía. El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, dio hoy su opinión sobre los hechos y la situación.

Respecto a la inseguridad en general, afirmó que es un problema que se da en todas partes del mundo, en mayor o menor medida. Si bien señaló que las estadísticas no pueden explicar la pérdida de una vida humana por nada, dio precisiones respecto a las cifras de Argentina en comparación con otros países. Así, destacó que el homicidio doloso en el país no pasa del 7%, mientras que en ciudades como Miami llega al 15%, San Pablo 24% y Washington el 30%.

Sobre lo sucedido en Ramos Mejía afirmó que lo sucedido es muy triste y que le gustaría hablar con la familia de la víctima, así como haber podido prevenir la situación. Comentó que hay hace ya más de 20 días conversaciones entre La Matanza y el Gobierno Nacional para tratar de encontrar soluciones, y anunció que ayer se enviaron a ese distrito quinientos efectivos de Gendarmería. 

Afirmó sin embargo respecto a los reclamos por más seguridad que no es tan simple como ir “a una góndola de Carrefour” y “agarrar 200 gendarmes”. Respecto a la posición del gobierno y a los incidentes de ayer aseguró que en el gobierno no hay mano dura ni mano blanda, y que en ese sentido la gente tiene derecho a manifestarse. Sostuvo que nunca va a estar del lado de la represión declarando que estuvo cuatro años en la fuerza y se fue sin un herido ni un muerto.