El acuerdo para la reestructuración de la deuda de 44.000 millones de dólares tomadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante la gestión del expresidente Mauricio Macri es actualmente una de las principales preocupaciones del Gobierno. Luego de que el proyecto fuera aprobado en el Congreso de la Nación, el Directorio del organismo financiero debe seguir tratando detalles, razón por la cual las conversaciones con el Poder Ejecutivo no se detienen.
Así se anunció ayer desde la Presidencia, que informó que el presidente Alberto Fernández mantuvo “una productiva conversación con la Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, donde ambos reafirmaron la importancia del Programa de Facilidades Extendidas”. Este será tratado por el organismo este viernes. Fernández “remarcó que los objetivos del programa son los del gobierno”.
El Programa de Facilidades Extendidas, o EFF por sus siglas en inglés (Extended Facility Fund) es un “Servicio Ampliado” del FMI, que otorga a los países más tiempo para pagar su deuda y para “implementar reformas estructurales a mediano plazo”. En este caso en particular, se darán cuatro años y medio para empezar a pagar, con un plazo máximo de diez años para cancelar gradualmente los compromisos tomados.
Desde el Gobierno aseguran que este programa no implicará ajuste y así lo volvió a señalar Fernández ayer en la comunicación, donde además de destacar “el amplio apoyo parlamentario al igual que el de sectores sociales”, se habló de cómo “el acuerdo contempla un fortalecimiento tanto de la inversión pública en infraestructura, ciencia y tecnología, así como de políticas de inclusión social y transición de planes sociales a empleo genuino”.