En medio de un clima interno algo convulsionado, el presidente Alberto Fernández arribó este domingo a Alemania para participar de la cumbre del G7, el grupo integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón. Mantendrá allí una serie de encuentros bilaterales, al igual que el resto de su comitiva, actividades que ya comenzaron ayer en una reunión con el primer ministro de India, Narendra Modi.
Desde el Gobierno destacaron tras la reunión que actualmente “India representa el cuarto socio comercial a nivel global” y que desde ambos países “coincidieron en que existe todavía un amplio potencial de crecimiento” razón por la que “subrayaron la importancia de diversificar las exportaciones a través del impulso de las negociaciones de acceso al mercado en curso”. Hoy por hoy, el volumen de comercio bilateral es de 5.600 millones de dólares.
Señalaron también que se demostró “una gran voluntad, una gran vocación en trabajar también en la agenda del Sur Global, de las economías emergentes, con voluntad de hacer un trabajo no solo aquí en el G7, de llevar una agenda distinta, sino también trabajar en el G20”. En ese sentido, se habló también de los Brics, grupo de las principales economías emergentes, y de la “vocación de Argentina de participar de los Brics de modo permanente e íntegro”.
Más tarde, el presidente y su comitiva participaron de la actividad de bienvenida a los asistentes, que incluyó un espectáculo a cargo de la Ópera del Estado de Baviera. Más tarde, informaron que “el mandatario participó de la cena ofrecida por el ministro presidente Söder, en el salón Anticuario de Munich Residenz, en honor de los jefes de Estado y representantes de Organizaciones Internacionales invitadas al G-7”.