Continúa el juicio de Vialidad Nacional, que investiga presunta corrupción en la adjudicación de obras públicas en la provincia de Santa Cruz y que tiene como principal imputada a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Ahora se da la ronda de alegatos de la defensa, y ayer, siendo el cuarto en brindar su testimonio, fue el turno del ex ministro de Planificación, Julio de Vido.

La defensa del ex funcionario aseguró que este nunca tendría que haber sido acusado ni estar sometido al juicio actual, en tanto consideraron que no puede atribuírsele penalmente ninguna acción concreta ni omisión que lo amerite. Sostuvieron en particular que las funciones del ministro eran menos de las que tenía según la fiscalía, y que no hay pruebas para acusarlo de asociación ilícita ni de administración infiel. 

Pero la defensa fue más lejos al señalar que las pruebas usadas para acusar a De Vido son en muchos casos manipulaciones o malas utilizaciones de dichos y de datos, como el hecho de que ciertas resoluciones firmadas en realidad corresponden plenamente a sus funciones. De hecho, se afirmó que, para justificar la acusación, si era necesario inventar se lo hizo. Por esta razón, afirmaron que las imputaciones contra De Vido son “genéricas” y “vacías de contenido”.