La capital de Formosa fue azotada por un temporal implacable que desató caos en la ciudad. Las lluvias torrenciales, que comenzaron alrededor de las 4 de la mañana del jueves, sumaron más de 190 milímetros hasta las 9 de la mañana, desencadenando inundaciones masivas y cortes de energía en varios vecindarios.

Los estragos del diluvio se sintieron con mayor fuerza en los barrios periféricos, próximos a las barreras de contención, donde los equipos de emergencia se movilizaron para socorrer a las familias afectadas. El comando de emergencias de la municipalidad se encuentra inmerso en labores de desagüe, luchando por el escurrimiento efectivo del agua que ha colapsado los canales de drenaje.

Imágenes desgarradoras de viviendas anegadas dominaron las redes sociales, especialmente en jurisdicciones como San Agustín, Virgen de Lourdes y La Nueva Formosa, áreas golpeadas con más crudeza por el embate del temporal. Ante esta situación, el Servicio Meteorológico Nacional pronostica días “inestables” sin nuevas precipitaciones al menos hasta el domingo. Sin embargo, se emitió una alerta para la zona sur de la provincia norteña, incluyendo Formosa, advirtiendo sobre la posibilidad de “fenómenos anómalos” y fuertes aguaceros durante los próximos meses.

Mientras tanto, el Instituto Nacional del Agua instó a mantener una vigilancia constante sobre el sistema de bombeo dentro del anillo de contención contra inundaciones, señalando la necesidad urgente de prevenir mayores catástrofes ante la persistente amenaza climática.